Como cada 7 de diciembre desde el año 2017, celebramos el día del #OrgulloBarroco. Desde el principio hemos querido que sea una fecha de celebración y sobre todo de compartir. Desde aquí os animamos a todos los que quieran sumarse a la iniciativa a que compartan esas cosas que les gusta o les enorgullece del patrimonio histórico, artístico y cultural que podemos relacionar con ese fenómeno que calificamos como época del Barroco.

          En estos años han sido muchas las personas que han compartido, no sólo las grandes obras conocidas por todos, sino también esos ejemplos del barroco local y cercano, del que se sienten orgullosos. Se trata de una parte de esa herencia cultural de la que formamos parte. Eso es en definitiva el patrimonio. Y de HERENCIA, sí con mayúsculas, vengo a enorgullecerme yo hoy.

          Como muchos ya sabéis, mis padres son originarios de un pueblo de la Mancha, Herencia en la provincia de Ciudad Real, del que alguna vez he hablado en los artículos del blog. La casualidad ha querido que coincidiendo con la proximidad del #OrgulloBarroco y la festividad de la Inmaculada Concepción de María, el 8 de diciembre, se haya presentado públicamente la restauración de unas pinturas murales del siglo XVIII que ornaban la capilla del crucero, en el lado de la epístola, en la parroquia de la Inmaculada Concepción. El acto se desarrolló el pasado domingo 4 de diciembre con un concierto de música barroca, un espectáculo de luces y una explicación por parte del equipo de restauradoras.

          Así que para celebrar el #OrgulloBarroco hoy os quiero compartir las pinturas de la iglesia de mi pueblo: Herencia.

La parroquia de la Inmaculada Concepción[1]

          La construcción de la iglesia parroquial de la Inmaculada Concepción se inició en torno a 1600, durante el reinado de Felipe III, según se desprende de una inscripción hallada en la torre de los pies de la iglesia. Esta se terminaría en 1713 y en una segunda etapa constructiva, en 1819 se construyó la sacristía y se reformó el presbiterio. Fue también en esa segunda etapa  cuando se encargó a Zacarías González Velázquez el cuadro que preside el altar mayor, con una Inmaculada Concepción de gusto ya neoclásico.

Parroquia de la Inmaculada Concepción. Retablo mayor con lienzo de Zacarías González Velázquez. Foto: cipripedia.

          La iglesia de planta de cruz latina y una sola nave está cubierta con bóveda de cañón con lunetos. El crucero no se marca en altura, siendo las naves del crucero, como capillas con menor altura, cubiertas a su vez, con bóveda de cañón con lunetos. El coro alto en los pies es posterior de época posterior, realizado a finales del siglo XVIII.

          La vinculación de Herencia con la orden militar de los Hermanos hospitalarios de San Juan de Malta, hace que muchos de los encargos estén vinculados a la figura del Gran Prior de la Orden en España, título que normalmente estaba en posesión de alguna persona cercana a la Corte. Por ello era normal que los encargos artísticos se hicieran en el ámbito de los artistas cortesanos. Como nos informa la placa dedicatoria que se puede ver en el exterior de la cabecera de la iglesia:

«POSEIENDO EL GRAN PRIORATO DE SAN JUAN EN LOS REYNOS DE CASTILLA Y LEÓN EN SERMO. SOR. YNFANTE SPAÑA DN. CARLOS IXXR YSIDRO, SE HIZO NUEVO EL ALTAR MAIOR Y ESTA SACRISTÍA A YMPUSLOS SU ACENDRADA PIEDAD Y RL. MUNIFICA. AÑO 1819».

          Esto explica también que entre los cuadros que ornamentan los muros de la iglesia, tengamos un ejemplo de un pintor madrileño, como es Juan Delgado (ver aquí) o un fantástico lienzo del pintor napolitano Luca Giordano.

Juan Delgado, Dolorosa, 1713. Parroquia de la Inmaculada Concepción de Herencia. Foto: cipripedia.

Luca Giordano, Sagrada parentela. Parroquia de la Inmaculada Concepción de Herencia. foto: cipripedia

          Los retablos de las naves son ejemplos claros del estilo barroco dieciochesco, destacando los efectuados en la capilla del crucero del lado de la epístola, en la que han aparecido las pinturas murales.

          El retablo mayor es obra del siglo XX, concretamente de 1921, del artista valenciano Alfonso Contreras Linares, de clara inspiración neoclásica, para acoger la pintura de González Velázquez.

La capilla del Sagrario

Retablo dominicano. Iglesia de la Inmaculada Concepción de Herencia. Foto: https://parroquiadeherencia.com/patrimonio/retablo-dominico

          Esta capilla, ahora dedicada a albergar el sagrario, contiene dos retablos de mediados del siglo XVIII. Estos están realizados en estilo barroco con decoración rococó, por la presencia de rocallas, elemento que caracteriza a este tipo de ornamentación. El retablo que preside la capilla, ornado con un escudo de la orden dominica, alberga actualmente una talla de un Cristo con la cruz a cuestas, del siglo XX. El retablo crea un movimiento convexo, para lograr el espacio para albergar una hornacina profunda para la escultura. Para no obstaculizar la luz de la ventana preexistente, plantean una crestería calada, en la que se simulan rayos dorados y la paloma del espíritu santo, en un juego de bel composto de sabor barroco.

Capilla del Sagrario. Retablo de la Inmaculada, antes de la restauración. Foto: cipripedia.

          El otro retablo, que actualmente alberga el sagrario y una talla del siglo XVII de la Inmaculada Concepción, tiene en su predela una inscripción que fecha la obra y habla de sus comintentes:

«Se hizo este retablo y se doró a expensas de Gabriel Rodríguez Volardo. Y Luisa Fernández de Úbeda, su muger, año de 1746».

          El retablo responde también a la tipología del siglo XVIII, con ornamentación rococó, en este caso más rica y delicada que en el retablo vecino, aunque muy cercanas en estilo. Este se configura en un cuerpo único con ático y predela, separado en tres calles por medio de columnas de orden compuesto, con el fuste decorado con rocallas y guirnaldas y la tercia inferior con un cartucho con decoración de rocalla y roleos. En las calles laterales aparecen en óvalos representaciones de floreros y figuras.

          En una cata realizada en la capilla aparecieron restos de pintura mural detras de las capas de encalado posterior. El Ayuntamiento de Herencia se comprometió a financiar la restauración que se inició en febrero de 2022. Esta ha sido relizado por parte de Da Vinci Restauración (ver aquí) y el proceso se ha terminado y presentado el pasado 4 de diciembre.

Primeras evidencias de las pinturas murales. Foto: cipripedia.

Las pinturas murales[2]

          ¿Qué llevó a tapar las pinturas de la pared? En la mayor parte de los casos es simplemente por el cambio de gusto. Tras el triunfo del espíritu neoclásico se ven las decoraciones anteriores como fruto de un mal gusto que debe ser corregido. Es por ello que en muchas ocasiones acababan siendo pintadas encima. En otros casos su cubrición se debe a problemas de conservación, ya que cubrirlas es un recurso mucho más barato que restaurarlas.

          Desconocemos el dato concreto de por qué se taparon estas, pero ahora que se han descubierto y restaurado podemos entender la coherencia de todo el conjunto. Las pinturas se fechan en 1743, según una de las inscripciones, lo que las pone en relación con la cercana fecha del retablo de la Inmaculada. Dado que la iconografía del conjunto es inmaculista, podemos afirmar que seguramente es fruto de un proyecto completo de decoración ya que las pinturas se complementan perfectamente con los retablos de la capilla.

          Las pinturas, realizadas al temple, son eminentemente decorativas, primando los colores que imitan el marmoleado y elementos vegetales, rocallas y putti que recorren todo el muro y la bóveda. La decoración más interesante, iconográficamente hablando, es la que encontramos en los lunetos de la bóveda, pues se corresponde con símbolos de la Letanía Lauretana, vinculados iconográficamente a la advocación de la Inmaculada Concepción y de la Tota Pulchra, desde el siglo XVI. En el luneto más cercano al retablo, el de la izquierda, podemos ver un óvalo, decorado con lazos verdes y marmoleados que contiene un pozo, en referencia al “pozo de aguas vivas” del Cantar de los Cantares. Bajo él, en el triángulo del luneto, aparece la figura de la Fe, con venda en los ojos y un cáliz en la mano derecha. Bajo la figura de la Fe, un grupo de angelotes van portando un filacteria con texto en latín, que se ha perdido en parte. En la zona inferior hay un triángulo con el nombre de Dios en hebreo. La filacteria y los ángeles se adecúan perfectamente al remate del retablo, lo que refuerza nuestra idea de que se trata de un conjunto. En los laterales del luneto, angelotes sostienen símbolos marianos como los lirios, las rosas o el laurel, todos ellos sacados igualmente de las letanías y del Cantar de los Cantares[3].

Bóveda capilla del Sagrario de la Parroquia de la Inmaculada (detalle). Herencia. Foto: Luis Miguel Fernández-Montes.

          El luneto de la derecha está presidido por una representación de la fuente, símbolo como el pozo, extraído de las letanías y del Cantar de los Cantares. Bajo él, aparece un arco dorado que hace referencia a la puerta del cielo. Bajo esta, una representación iconográfica de la Victoria, con palma y coronada de laurel, lleva un banderín con el lema: “Ave María Gracia Plena”, y bajo esta, la representación de un jardín, en parte perdido. Se completa con la representación de la luna y el sol acompañados de más símbolos de la Letanía Lauretana.

Bóveda capilla del Sagrario de la Parroquia de la Inmaculada (detalle). Herencia. Foto: Luis Miguel Fernández-Montes.

          En el muro opuesto al retablo, hay una curiosa representación de la Virgen con el Niño, en la huida a Egipto, sobre una nube, bajo ellos un ídolo clásico se rompe, en referencia al fin de las idolatrías. En el ángulo izquierdo aparece el huerto cerrado con un ciprés, otra alusión al Cantar de los Cantares.

Bóveda capilla del Sagrario de la Parroquia de la Inmaculada (detalle). Herencia. Foto: Luis Miguel Fernández-Montes.

          Todo el conjunto nos está hablando claramente de la vinculación de este espacio con la iconografía de la Inmaculada Concepción. Estamos pues ante un conjunto muy interesante que se ha redescubierto para alegría y orgullo de los herencianos.

          El estilo de las pinturas se puede relacionar con los talleres locales que estaban trabajando en la zona en esa época. De hecho, en la propia Herencia y restauradas hace poco por el mismo equipo[4], hay unas pinturas de similar estilo en la cúpula de la ermita de la Asunción. En ellas aparecen representadas una balaustrada y columnas en trampantojo imitando mármoles que separan a ángeles mancebos que portan los atributos de la letanía lauretana.

Cúpula ermita de la Asunción (vulgo: La Labradora). Herencia, Ciudad Real. foto: https://davincirestauro.es/restauracion-de-pinturas-murales/

Vídeo de las pinturas. Instagram inmaculada_herencia.

          Siempre es buena noticia la recuperación de un bien patrimonial y que este se haya inaugurado en fecha tan cercana a nuestra fiesta en redes, ha sido proverbial. ¡Feliz #OrgulloBarroco!.

NOTAS

[1] Los datos sobre el patrimonio de la Parroquia de Herencia los he extraído de la página web de la misma: https://parroquiadeherencia.com/patrimonio consultado el 6/12/2022.

[2] Quiero agradecer a Da Vinci Restauro la información sobre la fecha de presentación de las pinturas. Al Ayuntamiento de Herencia las facilidades prestadas y especialmente a Luis Miguel Fernández-Montes por las fotos.

[3] Para ver el origen de las letanías y su representación iconográfica recomendamos el artículo de José Antonio Peinado Guzmán: Simbología de las letanías lauretanas y su casuística en el arzobispado de granada, ver aquí consultado el 6/12/2022.

[4] Da Vinci Restauro: https://davincirestauro.es/restauracion-de-pinturas-murales/ consultado el 6/12/2022.

About Post Author

A %d blogueros les gusta esto: